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El “vapeo” un hábito que podría ser letal


Es considerada como una nueva forma de ‘tabaquismo’ a pesar de ser vista como algo ‘inofensivo’



El tabaquismo es un problema de salud mundial. Fumar es uno de los principales factores de riesgo del cáncer de pulmón, entre otras. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se registran más de 8 millones de muertes relacionadas con el tabaco, de las cuales 1,2 millones son fumadores pasivos o personas expuestas al humo ajeno.


El peligro que representa el tabaquismo hace que cada vez más gente intente dejar de fumar. En ese sentido, los cigarrillos electrónicos se han convertido en una de las ‘alternativas’ más recurrentes para lograrlo, llegando inclusive a sectores menos longevos. Tan solo entre el 2017 y 2019, el uso de este dispositivo se duplicó en adolescentes y adultos jóvenes.


Desde su creación, fueron comercializados como ayuda para dejar de fumar, pero varios estudios sostienen que causa el mismo daño que el cigarrillo convencional. Los vape (de vapor) o cigarrillos electrónicos, son dispositivos para fumar que funcionan con pilas, que están compuestos por unos cartuchos llenos de líquido que suelen contener nicotina, saborizantes y sustancias químicas.


“Vapear” consiste básicamente en inhalar vapor de agua, que ingresa de manera profunda a los pulmones, a través de un dispositivo que calienta el líquido y lo convierte en humo, el mismo que es expulsado luego por la boca.

Para el Doctor Efraín Sánchez Angarita, director del Centro de Investigación Respiratoria (CIR), el uso de estos dispositivos no está estandarizado y puede ocasionar daños semejantes a los de un cigarrillo normal. “Es considerada como la nueva forma de tabaquismo, pero el problema es que poseen sustancias como el benceno, que también se encuentra en el cigarrillo convencional, y que es altamente cancerígeno”, aclara.


Según Sánchez, un cigarrillo fumado no solo libera nicotina, sino que también sustancias como: el alquitrán, polonio e incluso de tipo radiactivas. “En el ‘vape’ el tema es que, en algunos casos, se consumen diferentes sustancias como THC (Tetrahidrocannabinol) que es un derivado del cannabis, así como otras esencias con saborizantes que están compuestas por químicos no autorizados y que producen graves daños a la salud de manera posterior”, añade.


En primera instancia se registraba la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) enfermedad relacionada al consumo del tabaco convencional y a la exposición al humo de leña, siendo muy prevalente a nivel mundial y la tercera causa de muerte global. Esta dolencia se diagnosticaba a partir de los 40 años, sin embargo, ya se está determinando que existen daños en el pulmón y los bronquios desde mucho antes y es allì donde los efectos del vapeo son similares a los del cigarrillo “Se empiezan a ver cambios celulares locales inmediatos: mayor mucosidad, inflamación, los cilios (pelitos) que tenemos desde la nariz hasta los bronquios pierden su movilidad, hay empeoramiento al contraer cuadros virales y que estos te duren más tiempo y sean más fuertes (bronquitis). Además, es un factor de riesgo para el cáncer”, detalla el doctor Sánchez.


Ya desde el 2019, en hospitales de los Estados Unidos, aparecieron casos de lesiones pulmonares asociadas al uso de productos de cigarrillos electrónicos o vapeo, conocida como EVALI (e-cigarette, or vaping, product use associated lung injury, EVALI). “En los pacientes diagnosticados con EVALI se registraron cuadros severos de insuficiencia respiratoria, neumonía, cuadros que llevaban a los pacientes a usar ventilación mecánica, internados en la unidad cuidados intensivos (UCI) y finalmente a la muerte por daño pulmonar agudo. Tras estudios en los cadáveres de estos pacientes, se evidenció el uso de diversas sustancias mezcladas con el acetato de vitamina E, que se utiliza como aditivo, sobre todo en productos de vapeo o cigarrillos electrónicos, lo que está fuertemente vinculado al brote de EVALI”, apunta el Dr. Sánchez.


Afecta a otros órganos

El daño que ocasiona el humo del tabaco va mucho más allá, afectando a otras áreas y órganos importantes en el cuerpo como, por ejemplo, el corazón, los pulmones, el cerebro y el sistema digestivo. Según investigadores del Journal of the American College of Cardiology, el vapeo aumenta el doble la probabilidad de un infarto agudo de miocardio (tejido muscular del corazón), además ocasiona el endurecimiento de venas y arterias de todo el cuerpo. El médico cardiólogo Gabriel Alarcón comenta que “el uso de este artefacto aumenta la presión arterial, produce arritmias cardiacas desencadenándose en fibrilación auricular. Es decir, genera trombos o coágulos de sangre, los mismos que viajan por el torrente sanguíneo alojándose en los pulmones y cerebro, ocasionando embolia pulmonar (obstrucción en una de las arterias) en el primero y en el segundo accidentes cerebrovasculares”.

Mientras que, en la parte digestiva el Dr. Fernando Jurado, médico gastroenterólogo especialista en motilidad de EndoscopyNet by IECED indica que, “empeora los síntomas y las lesiones esofágicas provocadas por el reflujo; incrementa el riesgo de aparición de la úlcera de estómago y duodeno. En el caso de pacientes que ya lo padecen, existe mayor riesgo de complicaciones como perforación, hemorragia, entre otros”.

¿Hábito de origen internacional?

El vape, hoy


Referencias:


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